Los rompecabezas fueron inventados en 1762
por el londinense John Spilsbury y un siglo después empezaron a fabricarse en
serie.
Varían por su forma, tamaño, tema, material con que están hechos y
grados de dificultad de acuerdo a la cantidad y la forma de sus piezas; pueden
ir desde 15 hasta las 12, 0000 piezas.
Pueden ser usados por diversión, entretenimiento o como una forma
de relajarse; armar rompecabezas es una actividad tanto para chicos como para
grandes y de la cual se pueden obtener muchos beneficios.
Son de gran ayuda para el desarrollo
de la memoria en los niños, ya que estimulan la coordinación ojo-mano, de
manera que esta habilidad tan vital se desarrolla con más fuerza. Hacen que se
fortalezca el trabajo y la agilidad mental beneficiando la memoria, la
imaginación, creatividad e inteligencia.